Chile ha sido un país de materias primas, salmones, cobre, productos forestales, etc. Todo vinculado a la naturaleza, hoy con la biotecnología esos productos pueden convertirse también en un valor agregado, ya no por los productos en sí, sino que por las patentes que se pueden desarrollar a partir de necesidades que se generan en esos productos.
Sin embargo, hacer biotecnología en nuestro país no es fácil, la demanda privada como la oferta de servicios en biotecnología son todavía débiles e incipientes en Chile. Entre los problemas centrales destaca la baja inversión privada en investigación y desarrollo. En Chile no hay una industria de capital de riesgo desarrollada para la biotecnología.
Por otra parte, la biotecnología no es solo para el desarrollo de un país sino que es un servicio global, que lo requieren los laboratorios farmaceuticos, empresas productoras tanto mineras, forestales, acuicolas, etc.
Hay algunos proyectos a nivel de Corfo pero se requiere incorporar a las empresas para que también inviertan en biotecnología, pero también necesitamos más doctores y que las Universidades se acerquen a las empresas para conocer que es lo que se necesita.
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