miércoles, 30 de mayo de 2007

¿Debe bajar el precio de la banda ancha?


En reciente entrevista A lberto Mordojovich, gerente general de Redvoiss, empresa de telefonía IP ha señalado que las barreras para dar este tipo de servicio telefónico han bajado en la medida que internet de banda ancha se ha masificado. Como el e-mail en su minuto reemplazó al fax, en el futuro cercano la telefonía IP reemplazaría a la convencional, proceso en el cual se utiliza la banda ancha. Para la masificación de este tipo de conexión, el precio del servicio es fundamental. Mientras en Chile el costo mensual es de US$80 en promedio, en España cuesta US$13,44, EE.UU. US$6,10 y Australia US$3,79.

Además, ha señalado, que de aquí a cinco años, espera que la telefonía en general haya emigrado a IP sobre el 70%. Creo que estamos atrasados en esa migración. Por otra parte, haseñalado que el que bajen los costos de este servicio, esa es la mejor opción es la desagregación de redes, es decir, fijar un precio por ese par de cobre que va a ir desde los hogares a la central telefónica, donde pueden instalar los competidores, para acabar con el monopolio de Telefónica de los pares de cobre. La otra opción es la fijación del precio de la banda ancha.
Este si que sería un cambio. Además, el proyecto que promueve el diputado Gonzalo Arenas en orden a la definición de Banda Ancha y Velocidad Mínima Garantizada, el que se aprobó en la Cámara de Diputados, y está actualmente en la Comisión de Economía del Senado es un tema que está generando discusión en a nivel de la Camara y del Senado. Pueden ver comentarios sobre este tema en la web del proyecto Neutralidad SI.

Seguiré con este tema más adelante.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He seguido los planteamientos tras la propuesta de ley de neutralidad en la red. Si bien se basa en principios que merecen defensa, no puedo estar de acuerdo con la forma que toma la reforma normativa propuesta: profundizar el carácter misceláneo de la ley sobre protección de los consumidores. El problema es que se trata de un ámbito de incidencia directa sobre los consumidores, y una regulación sectorial (de igual contenido) desprovista de una adecuada fiscalización resultaría ineficaz. Hay prácticas -como el traffic shaping- que impiden el aprovechamiento de la capacidad real de una conexión, en incumplimiento de obligaciones legales, y que en definitiva alteran la relación de costo y precio de una conexión.
Todavía hay bastante que avanzar en la regulación de las telecomunicaciones.