Muchos pueden tener la idea de que para emprender se necesita sólo el objetivo de sacar un proyecto y ganar dinero. Pero no sólo basta eso, el emprendedor debe tener hambre de crear, generar proyectos, desarrollar ideas, concretarlas, sacarlas adelante. Aquí todo se mezcla, el entusiasmo es fundamental, pero las redes y los contactos son la piedra angular para embarcarse con cualquier proyecto, buenas ideas, iniciativas y un ecosistema que te apoye es relevante. No podemos desconocer que emprender hoy es cool. Son una gran cantidad de jóvenes que tienen en mente emprender, van de un lugar a otro con sus notebook o Tablet, se reúnen en cafés de moda o van a estos coworking donde se reúnen y comparten experiencias. Los eventos de emprendimiento se suman por decenas, no solo en Santiago sino que también en regiones, algo está cambiando la cultura de nuestro país en los jóvenes, comienzan a organizarse y se conectar por redes sociales. El Poder Ejecutivo ha generado programas interesantes como Start Up Chile, donde extranjeros con proyectos atractivos vienen financiados a Chile a implementarlos, eso permite generar un nuevo ecosistema de emprendimiento que les da a los emprendedores verdaderos ejemplos a seguir.
Debemos decir que esto nos es una moda pasajera, es un espacio de generación de una nueva cultura, con oportunidades para cientos de personas que buscan en el emprendimiento una oportunidad de desarrollo profesional pero también personal. Varios cambios se están implementando que permite aprovechar estas oportunidades. Pero esta fase requiere de una estrategia con innovación, protección de propiedad intelectual, difusión de oportunidades y conocimientos. Es importante probar rápido, barato, corregir y seguir avanzando. Esto es necesario para no estancarse y caer en las redes del inmovilismo.
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